La propiedad intelectual es como el café, muchos hablan de los males que causa pero pocos pueden vivir sin ella. Y si no lo crees, tómate sólo unos pocos minutos y haz este ejercicio: mira en tu hogar cuánta propiedad intelectual tienes alrededor. Es probable que a las primeras de cambio te tienten las ganas de gritar a los cuatro…