Uno de los temas más importantes -y preocupantes- de los últimos tiempos es el referido a la vigilancia a que son sometidas las personas a propósito del uso de dispositivos digitales y de sus hábitos de navegación en Internet.
Y esa vigilancia o rastreo ocurre, por lo menos, desde cuatro frentes muy conocidos: los proveedores de plataformas y dispositivos digitales, los gobiernos, tus seguidores en redes sociales, y los crackers.
Dispositivos, plataformas y vigilancia
El primer frente es el de los dispositivos y plataformas sociales. ¿No te has dado cuenta que apenas haces click en una dirección electrónica o sigues a un usuario cuyo perfil te interesa, inmediatamente empiezas a recibir sugerencias?…pues las plataformas sociales tipo Facebook o Twitter guardan toda la información de tus hábitos de navegación y con esos datos o metadata pueden identificar facilmente tus preferencias personales o profesionales. En pocas palabras, es un asunto de negocio pues esa información se usa luego para vender publicidad.
Este fenomeno de la vigilancia en internte lo relata extraordinariamente Bruce Schneier en su reciente libro: Data and Goliath. Dice Schneier que las computadoras producen data (mejor dicho metadata) constantemente, por ejemplo sitios que visitas, o palabras que buscas o perfil de las personas con las cuales interactúas; los telefonos móviles producen data: los números que marcas y desde los cuales recibes llamadas, duración de las llamadas, mensajes que envías y recibes o tu localización exacta a través de GPS; también producen data los sistemas de pagos electrónicos con tarjetas de crédito, y los coches modernos equipados con computadoras que generan información acerca de la fuerza con la que presionas el pedal, la dirección del volante, etc, o un refrigerador inteligente que registra la fecha de expiración de la comida o un aire acondicionado inteligente que puede saber tus preferencias y por lo tanto como adecuar su eficiencia. Todo se está convirtiendo en una computadora, y a través de ellas tú dejas rastros a cada segundo que luego se almacena y analizadas a travéss de un proceso de minería de datos, sirve para saberlo todo acerca de ti, o casi todo.
Si no lo crees, este dato te pondrá alerta: se estiman en 10 billones el número de dispositivos conectados a internet, lo cual es ya más que las personas que viven en el planeta. La predicción es que los dispositivos conectados alcanzarán los 30 billones en el 2020, concluye Schneier.
Los gobiernos y la vigilancia en internet
En los últimos tiempos se ha intensificado el debate en este segundo frente de vigilancia a los ciudadanos conectados. Y sobre todo después de darse a conocer los archivos de Snowden, que relatan la manera en que la información personal de las personas suele usarse por los Gobiernos, en muchos casos alegando razones de seguridad, pero lo cierto es que sin que los propietarios de esa información (los internautas) se percaten de ello, por lo menos no de manera apropiada. Posteriormente se han sumado casos y voces de alerta, como por ejemplo el caso del abogado Max Schrems que dio lugar en la Unión Europea a la nulidad de los acuerdos de «puertos seguros» o de transferencia de datos personales desde EU a EEUU.
No obstante, se han continuado los embates en este sentido, y ahora vemos como aparecen voces con la misma justificación (asunto de seguridad de estado), que abogan por eliminación del encriptado en los móvies o acceso legal a información encriptada como mecanismo de protección.
Lo cierto es que nuestra información personal en Internet es muy valiosa para los demás. Por eso debemos tener en cuenta tres cosas: que la generamos nosotros mismos en nuestros dispositivos cada vez que nos conectamos, que esa información se usa por terceros, por ejemplo las plataformas de redes sociales, muchas veces sin que lo sepas y sin tu autorización y sin que conozcas previamente cuál es el uso que se le dará (ver caso Schrems), y finalmente que los Gobiernos también hacen uso cada vez más de ella alegando motivos de seguridad.
No en vano Schneier dice que facebook puede predecir tu raza, personalidad, orientación sexual, ideología política, o uso de drogas sobre la base de tus clicks. Tenlo en cuenta.
En una segunda entrega seguiremos con otras modalidades de vigilancia en la red.
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