¿Cuántas veces te has conseguido en el camino con libros que tienen citas abundantes de otros libros sin que los autores de aquellos se esfuercen por hacer aportes propios?…la cita abusiva es una modalidad de parasitismo intelectual.
Citar es repetir textual o contextualmente lo que otro ha dicho o escrito. La cita de un texto ajeno es un recurso muy útil para ilustrar o apoyar una linea de pensamiento o temática que estemos desarrollando, pero en ocasiones puede llegar a ser abusiva e incluso delictual.
Según el Glosario de la OMPI sobre derecho de autor y derechos conexos, una cita es un pasaje relativamente corto, tomado de una obra preexistente para referirse a opiniones de otro autor de una forma auténtica. Las citas correctas de obras que han sido legalmente puestas a disposición del público caen dentro del ámbito de la libre utilización, siempre que su extensión no sea mayor que lo que el fin justifica.
Por lo tanto, a la hora de citar obras de terceros, has de tener en cuenta que una correcta forma de hacerlo debe cumplir por lo menos tres condiciones:
La cita ha de haber sido tomada de una obra lícitamente publicada
Eso implica que no es legal citar a partir de una obra que ha sido publicada anteriormente de manera ilícita, o en todo caso, que aún habiendo sido publicada, dicha publicación estaba dirigida sólo a un círculo privado de personas.
Es muy simple: si la obra de la cual se extrae la cita estaba publicada de manera ilegal, no puede ser legal la cita que tomemos de ella.
La cita ha de hacerse conforme a los «usos honrados«
¿No te ha ocurrido que un texto despierta tu curiosidad y cuando lo revisas te consigues que no tiene aportes propios y más bien es una especie de compilado con citas profusas de autores de otros textos que tratan sobre la misma temática?
Pues ese es el caso típico de uso no honrado. Un uso no honrado es aquel en el que la cita es de tal magnitud que reproduce partes esenciales de una obra o casi en su totalidad el texto ajeno. Este acto más que generar curiosidad por el texto citado, lo perjudica, pues el citar de esa manera hace que el lector pierda el interés por ir a la fuente principal.
Las citas en un texto propio han de ser para ilustrar, nunca para «copiar» casi íntegramente o de manera servil lo que haya dicho otro autor sobre el mismo tema.
«Uso honrado» es -como dice la Guía del Convenio de Berna- lo que es normalmente admisible, lo que corrientemente se acepta, lo que no se opone al sentido común.
La cita ha de ser en la medida justificada por el fin que se persiga
Las citas han de ser para ilustrar nuestras explicaciones o demostrar una tesis u opinión que defendemos o planteamos. Deben corresponder al contexto en que se usan y no más allá de él. El uso abusivo de citas y su descontextualización va más allá de los fines que se persiguen, y en ese caso pueden llegar a ser ilícitas.
En estos tres casos estamos en supuestos de uso lícito o ilícito de citas, pues no se desconoce la paternidad del autor de la obra original.
En cambio, si la cita se hace tomando partes de una obra preexistente y además no se indica expresamente que la autoría corresponde a un tercero sino que por el contrario nos la atribuimos como propia, estaremos en presencia del delito de Plagio, que es un atentado al derecho moral de paternidad del verdadero autor.
¿Y tú, cómo sueles citar?…¿te han plagiado algún artículo?
Yo no soy nadie y si me copiaron una nota y de futbol
Hola Beto: Pues claro que lo eres. Y qué hiciste al respecto?…saludos