Durante largos meses fuimos los habitantes sedientos de una ciudad de fuego; hoy en cambio, la tarde olía a lluvia.
Todos reímos y corrímos a casa.
Al instante, el trueno cayó con la primera gota, y empezó a llover.
Durante largos meses fuimos los habitantes sedientos de una ciudad de fuego; hoy en cambio, la tarde olía a lluvia.
Todos reímos y corrímos a casa.
Al instante, el trueno cayó con la primera gota, y empezó a llover.
No Comments