Las 5 plagas de twitter

Sin categoría By Ago 24, 2010 No Comments

Twitter es una herramienta fantástica para comunicar afectos. Aunque no hay piel de por medio ni contactos de manos o abrazos, la buena vibra se siente cuando un seguidor o seguido de sanas intenciones envía un tweet transparente como el agua y con él un trozo del alma.

Quién no se ha erizado cuando el tweet de turno es más o menos así:

«Mirando el sol…cálido como vos»

«En medio del crepúsculo…como durmiendo en tus brazos»

Sólo un insensible podría seguir indiferente a estas desgarraduras de afectos, a estas voces de la piel.

Las redes sociales han contribuído a la interconexión, a la búsqueda de amigos, al combate de la soledad. Sin embargo, no todo es color de rosa.

Cómo permanecer indiferente ante tantas manifestaciones de falta de delicadeza y solidaridad, de arrogancia extrema, envidia o ignorancia en las #redessociales. La cosa no es como para ponerse a cambiar el mundo y decretar una ley universal de humildad net. No, simplemente es que a veces nos invade la certeza de que estamos aquí para mostrar lo mejor de nosotros, lo que nos aleja del mono y nos acerca al hombre…y de que los seres humanos mostramos ese lado oscuro sólo cuando ya hemos perdido todas las esperanzas.

En twitter existen por lo menos 5 conductas -o plagas decimos nosotros- que podríamos evitar. Si no lo hacemos no estamos dañando a nadie, lo se, pero me aventuro a creer que podríamos intentarlo. Veamos:

1. La arrogancia. Qué podemos decir de aquellos personajes a quienes en twitter los sigue medio  mundo, todos les hacen retweet, menciones a granel, followfriday, followparty, followyourself y cuanto follow existe en el planeta. Su autosuficiencia es tal que no siguen a nadie, o apenas a unos pocos, no hacen retweet de ninguno ni mucho menos menciones…no, jamás!.

Sus tweets no traen pedazos de alma, sino una ceja levantada y un mensaje oculto por encima del hombro que dice algo así como:

-«Oh,  tú existes?…realmente no me había fijado»

Da cuenta la historia de un pobre twittero que tras 3.000 tweets de saludos enviados diariamente a uno de estos personajes, al final de sus días recibió como recompensa de vida una frase célebre:

-«Hola».

2. El egoismo. Hay gente en twitter que si pudiera se hiciera un autofollow y abriera una caja fuerte en un banco para guardar la información. Jamás se alegran con el éxito de los amigos, evitan hacer menciones de los logros ajenos, rechazan la interacción con el grupo, no contestan los saludos, no promocionan los eventos de interés general, y en fín: no comparten.

3. La Envidia. Creo que todos podemos identificar rapidamente a los personajes que la padecen: sus tweets llevan mucha bilis a la red, y cuando ven a un twittero con bastantes seguidores lo primero que dicen no es que los ha ganado a pulso y con mucha dedicación profesional, sino que los ha comprado por ahí con unos cuantos dólares de más o simplementemente que esos seguidores son spamers que le están vendiendo online hasta su propia partida de defunción. «Qué tiene él para merecer esa atención de tanta gente si yo tengo mejor perfil» -dicen, autoflagelándose los intestinos.

4. La vanidad. De cero a 100 seguidores: siguen a todo el mundo y saludan más que una candidata al miss universo. De 101 a 1000 ya los amigos iniciales empiezan a perder interés y son suplantados por unos nuevos. De 1000 a 10.000, comienzan a hacer listas con sus verdaderos «amigos dignos», y cuando están en el renglón 10.001 a 100.000 borran todas las listas y ya apenas saludan y siguen, pues los demás que saluden y los sigan a ellos: son ahora muy importantes. Cuando llegan al millón de seguidores ya no son de este mundo!

5. La Deslealtad

-Hola

-Hola, cómo has estado amigo mío, no te había visto en mi TL en los últimos días.

– Ehhh, no. Imposible. Estaba revisando los borradores de la última conferencia que dicté en el encuentro mundial de nuevos twitteros del planeta marte. No creo que pudieras estar allí.  No calificabas. Sólo fuimos los gurú del pajárito y cada uno de  nosotros llevó una velita amarilla para cantarle a capela el happybday to you  al mismísimo Jack Dorsey. Fuí el mejor!

-Por la conferencia?

-No, porque soplé con él!

Reflexiono en silencio acerca de todo esto y me desiluciona un poco.  Pero el sentimiento de desazón  pasa enseguida cuando me digo ensimismado bueno vale tú como que eres tonto no sabes que cada quien tiene derecho a hacer con su vida lo que le plazca…y en fin mostrarse tal cual es sin importarle un bledo su prójimo,  que en definitiva no es suyo sino simplemente prójimo.

-Es verdad- repito.

Reacciono. Repiques de campanas. Murmullo de voces. Música de piano. Olor a incienso del sol a medio irse.

Arrodillado en la tablita de madera de la iglesia, justo enfrente de la ventanilla del confesionario, le hablo al sacerdote:

-Padre, eso es todo lo que queria decirle de twitter. He pecado!

-Con cuál de las cinco, hijo mío.

-Con todas, padre!

-Pues le impongo entonces diez padrenuestros y cinco avemarías de penitencia para que se redima, y no vuelva nunca jamás a quebrantar sus valores ciudadanos por las andanzas con un pajarito azul.

No Comments

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *